El expresidente brasileño enfrenta cargos por un presunto complot para anular las elecciones de 2022, en un proceso que pone a prueba la fortaleza de la democracia en el país sudamericano.
El juicio contra Jair Bolsonaro, el expresidente brasileño acusado de intentar aferrarse al poder tras su derrota en las últimas elecciones, comenzará este martes.
Los fiscales argumentan que Bolsonaro, de 70 años, lideró un elaborado plan para anular las elecciones de 2022, con el objetivo de sembrar dudas infundadas sobre los resultados, otorgar poderes especiales a los militares, desmantelar los tribunales e incluso envenenar a su oponente, Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo derrotó por un estrecho margen en las urnas.
Para muchos en Brasil, un proceso judicial exitoso contra Bolsonaro sería una victoria para la democracia.
Sin embargo, el enfoque que Brasil ha adoptado para lograr esa victoria —a través de un tribunal supremo con poderes extraordinarios— también ha generado preguntas incómodas sobre la misma democracia que busca proteger.
Por Matías Fidel.
