Se trata de la Villa 31 en el barrio de Retiro, situada en la Comuna 1 de CABA, una de las mayores comunidades de la capital argentina, con más de 40 mil habitantes.
El jefe de Gobierno Jorge Macri durante los últimos días afirmó que: “Desde que empezamos nuestra gestión, ya llevamos cerrados siete búnkeres de venta de drogas. Realizamos más de 1.200 operativos y quemamos más de 360 kg de droga incautada”.
Sin embargo, los vecinos reclaman que en el día a día no se ve personal policial por las calles del barrio, y piden al gobierno porteño por más seguridad, «esperamos que Kravetz ponga más agentes en la zona».
Uno de los vecinos que forman parte del reclamo nos comenta que «hay mucha inseguridad por las calles, los delincuentes te roban y se escapan por los techos, por el galpón de Flecha Bus, fijate que hay un destacamento en la esquina pero no se involucran», otra de las vecinas nos señala que «cada vez hay más inseguridad, en en la zona de la terminal de colectivos y la zona aledaña al playón».
La Villa 31 limíta con la Terminal de Ómnibus de Retiro, lo que genera tensiones permanentes. “Estoy muerta de miedo. Me pedí un Uber y lo espero acá adentro de la terminal hasta que llegue por seguridad”, dijo una joven que había llegado hace algunos minutos desde Catamarca.
Un uniformado de la Policía Federal Argentina que trabaja en la parada de transporte de micros de larga distancia explicó: “Somos pocos acá. Hacen falta entre 10 y 15 policía más”. Y agregó: “Los chorros nos madrugan, roban en cualquier horario, están muy avivados. A un colega le robaron el termo de nuestra cabina a las 12.30 del mediodía”. El efectivo se mostró indignado: “Literalmente el que queda detenido está afuera al día siguiente. Hay uno al que le dicen el Gorrión, lo conocemos todos, anda con una réplica de pistola. Robaba acá mientras ‘ayudaba’ a gente a cargar sus bolsos. La droga los arruina. La mayoría están arruinados por ese motivo”.
Nicole, de 24 años, encargada de un kiosco afirmó que “cuando entro a trabajar y cuando salgo siempre le están robando a alguien. Los turistas se distraen y los ladrones manotean lo que pueden y se van a la villa. A algunos los ubicamos de cara y la seguridad privada de la terminal los saca”. En tanto una señora que trabaja en un local en la zona ferroviaria comentó: “Hay robos y peleas, mis ojos vieron muchas cosas, pero me quedo calladita y sigo trabajando”, quien nos muestra que tiene en un sus manos una larga varilla de hierro «por las dudas» asegura.
Los operativos de seguridad en el barrio están a cargo del ministro de Seguridad porteño Waldo Wolff y el secretario de Seguridad y jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Kravetz.
