Roblox, Fortnite y otros juegos en línea se convirtieron en el nuevo patio de juegos de millones de niños y adolescentes. Creemos que dentro de casa están protegidos,pero la burbuja digital que los envuelve también puede ser peligrosa. Adultos y jóvenes con malas intenciones, incluso utilizando inteligencia artificial, logran engañarlos, estafarlos y vulnerarlos, mientras faltan información y canales claros para acudir por ayuda.
La ilusión de protección.
El miedo a la inseguridad externa lleva a muchas familias a mantener a los niños dentro de casa y a controlar sus movimientos. Tablets, consolas y celulares se transforman en un “chupete digital”: entretenimiento que creemos seguro, pero que puede esconder riesgos invisibles.
Juegos en línea y la línea fina del riesgo.
Plataformas como Roblox, Minecraft o Fortnite permiten socializar y jugar, pero también exponen a los niños y adolescentes a contactos desconocidos que pueden engañarlos, incluso usando inteligencia artificial para manipularlos o estafarlos. La línea entre un contacto inocente y un abuso sexual o grooming es extremadamente fina, y muchos jóvenes no saben a dónde acudir cuando se sienten vulnerables.
Soledad, ansiedad y búsqueda de compañía.
Muchos niños y adolescentes buscan compañía, reconocimiento y desahogo en la burbuja digital. Algunos carecen de contención en el hogar o están al cuidado de terceros. La ansiedad, la soledad y la insatisfacción aumentan su vulnerabilidad frente a estafas, acoso y violencia online.
La burbuja que no protege.
La seguridad dentro del hogar no garantiza seguridad en la red. Los filtros y controles parentales ayudan, pero no reemplazan la educación, el acompañamiento y los espacios de confianza donde los chicos puedan hablar de lo que les incomoda o preocupa. La burbuja digital puede ser un espacio de aprendizaje, pero también de riesgo, engaño y explotación.Falta de información y canales de ayuda. Hoy existe publicidad para todo: obras de políticos, gremios en escuelas, campañas de salud. Pero no hay carteles ni información clara sobre dónde acudir cuando un niño, adolescente o adulto es víctima de violencia digital, acoso o estafas en línea.Muchos no saben a quién pedir ayuda; la policía y las comisarías de familia no siempre están preparadas. La demora o la falta de orientación puede agravar el daño, y en algunos casos, destruir vidas.
Un llamado urgente.
No se trata de demonizar la tecnología, sino de reconocer sus sombras y acompañar de manera efectiva a los niños y adolescentes. Informarse, educar, dialogar y ofrecer canales claros de ayuda son pasos esenciales para protegerlos. La burbuja digital puede ser segura, pero solo si aprendemos a salir del silencio y visibilizar los riesgos.
Por Andrea Elvira Abrigo.